El Ángel de Budapest
Publicado el 15 Mar, 2018 por Nikolett
Ángel Sanz Briz y los colaboradores de la Legación española salvaron a más de 5.000 judíos húngaros durante la Segunda Guerra Mundial
La Embajada de España en Budapest le rindió homenaje a Ángel Sanz Briz (1910-1980) diplomático español, conocido como el “Ángel de Budapest” junto a la Alcaldía de Budapest en dos ocasiones desde finales de 2015.
En primer lugar en octubre de 2015 una calle en el norte de Budapest (en Óbuda) fue nombrada por Ángel Sanz Briz y erigieron un monumento a su memoria. A la ceremonia acudieron familiares de Sanz Briz y su hijo Juan Carlos Sanz Briz acentuó que su padre nunca se olvidó lo ocurrido en Budapest y lo que hizo fue el acto más grande de su vida personal y profesional, pero jamás esperaba nada en cambió por eso. El hecho de que el destino le había dado la oportunidad de salvar a tantas vidas, fue suficiente para él.
En segundo lugar en octubre de 2016 – 50 años más tarde que el Instituto Yad Vashem le premiara a Sanz Briz con el título “Justo entre las Naciones” en 1966 – presentaron la obra de Okuda San Miguel, artista de graffiti español, quien inmortalizó el diplomático español Ángel Sanz Briz en un mural del barrio judío en el centro de Budapest, a unos pasos de la Gran Sinagoga (Budapest, Dob utca 4.). La pintura forma parte del proyecto “Murales para la Libertad”, una iniciativa de varias Embajadas de España en el Europa del Este (Hungría, Rumania, Bulgaria) y de la Agencia Española de Cooperación Internacional al Desarrollo (AECID) a través de las becas ART-EX. Con este proyecto rinden homenaje a los diplomáticos españoles y su labor ante el Holocausto como Ángel Sanz Briz en Hungría, José Rojas y Manuel Gómez-Barzanallana en Rumania y Julio Palencia en Bulgaria.
Ángel Sanz Briz y los colaboradores de la Legación española salvaron a más de 5.000 judíos húngaros durante la Segunda Guerra Mundial facilitándoles documentos españoles (en referencia a los familiares españoles inexistentes). Los salvados le empezaron a llamar al “Ángel de Budapest”, y sirvió de inspiración a la película del mismo nombre.